El Criticón. Tercera parte: Crisi 3
CRISI TERCERA de El Criticón: Tercera parte CRISI TERCERA La Verdad de parto Enfermó el hombre de achaque de sí mismo: despertósele una fiebre maligna de concupiscencias, adelantándosele cada día los crecimientos de sus desordenadas pasiones; sobrevínole un agudo dolor de agravios y sentimientos. Tenía postrado el apetito para todo lo bueno, y el pulso con intercadencias en la virtud; abrasábase en lo interior de malos afectos, y tenía los extremos fríos para toda obra buena; rabiaba de sed de sus desreglados apetitos, con grande amargura de murmuración, secábasele la lengua para la verdad: síntomas todos mortales. Viéndole en tanto aprieto, dicen que le envió sus médicos el cielo, y también el mundo los suyos, a competencia; y así, muy diferentes los unos de los otros y muy encontrados en la curación, porque los del cielo en nada condecendían con el gusto del enfermo, y los mundanos en todo le complacían: con lo cual, éstos se hicieron tan plausibles cuan...
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