En la sangre:V

23/03/2011 1.514 Palabras

En la sangre - Capítulo V de Eugenio Cambaceres Fueron cuatro los coches: el fúnebre con plumeros negros y una figura como a modo de ángel, fabricada arriba, hincada y de cruz. Estacionaban luego los otros tres, de plaza, transformados, como disfrazados de "librea", con ayuda del sombrero de castor y de la levita de los cocheros. En la cuadra, la gente alborotada desatendía sus quehaceres; las mujeres, algunas con criatura en los brazos, salían, poblaban las puertas, invadían las veredas, se saludaban, hablaban en voz alta del suceso, lo comentaban; uno que otro hombre mezclábase a la conversación. De vez en cuando, por entre las rejas de alguna "casa decente", asomaba el óvalo de un ojo, la punta de una nariz, mientras, frente mismo a lo del muerto, en media calle, los muchachos amontonados se volteaban a empujones por mirar. Era que sacaban el cajón en ese instante, entre seis, a pulso, por el zaguán. Pero la puerta resultó angosta para salir de frente; tuvieron...

This website uses its own and third-party cookies in order to obtain statistical information based on the navigation data of our visitors. If you continue browsing, the acceptance of its use will be assumed, and in case of not accepting its installation you should visit the information section, where we explain how to remove or deny them.
OK | More info