La interpretación de los sueños

26/11/2024 2.401 Palabras

Mi padre salía de viaje. Mamá lo ayudaba a cerrar la maleta, donde había hecho caber su portafolio de ventas para no cargarlo aparte. Aparte sólo llevaba un maletín con útiles de aseo, ropa de dormir y a lo mejor un libro: sí, nunca está de más. Gran lector no era y para aprovisionarse recurría a mi librero. Yo estaba aquí sentado como ahora. Lo miraba joven y delgado, vestido de traje. Me miró. —¿Qué escribes? —Un cuento sobre ti. —¿Por qué sobre mí? —Tuve un sueño. Sonrió, indulgente, mientras reanudaba su escrutinio del estante de novelas. Le conté el sueño, que iba así: —Yo era un cobrador. Andaba de un lado a otro con mi portafolios, cobrando cuentas. Le presentaba una al cura de una iglesia. Él la mira y la pondera y en eso empiezan a llegar niños como a clase de catecismo. “Tengo quehacer”, me dice y me devuelve la cuenta. Les habla a los niños, los dirige; cantan, juegan a la ronda, pero es una ceremonia... Resopló, irónico, mirando una...

Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar | Más información