Las inquietudes de Shanti Andía: 032
none Pág. 032 de 156 Las inquietudes de Shanti Andía - Libro primero Pío Baroja Al salir de entre las peñas, en donde se rompían las olas, cambiamos de sitio. -Ahora, yo remaré -dijo Recalde-; tú no hagas más que ir achicando. Era tiempo porque el bote iba haciendo agua; tenía yo los pies y los pantalones mojados. Me puse a trabajar con el achicador, con brío, y conseguí que el nivel del agua dentro del bote disminuyera muchísimo. Pensábamos dar la vuelta al monte Izarra y atracar en la punta del Faro. Cuando se cansó Recalde de remar, le sustituí yo. No quería mirar a tierra, para no ver la distancia que nos separaba. Además, nos encontrábamos enfrente de la gruta del Izarra, de que tanto hablaba Yurrumendi, y nos daba cierto temor. Al cambiar de sitio no sé qué hicimos; el tapón de la abertura debió de moverse, y empezó a inundarse de nuevo el bote. Recalde se agachó e intentó cerrar la vía de agua, pero no lo consiguió. Yo dejé de...
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