Las inquietudes de Shanti Andía: 119
Capítulo VI - Una canción pesada 119 Pág. 119 de 156 Las inquietudes de Shanti Andía - Libro qinto Pío Baroja Cuando por la tarde le conté a Mary lo que había pasado, vi a mi novia palidecer y llorar. La conducta de Machín la dejó asombrada, y la muerte de Agapito la impresionó por el pesar que produciría a Genoveva. Mary y yo fuimos los encargados de comunicar a la muchacha la triste noticia. Vino con nosotros una hermana de Agapito que estaba sirviendo en Lúzaro. Al llegar al faro, Genoveva salió a abrirnos, y al vernos a los tres comprendió rápidamente lo que pasaba y se alejó llorando. Yo me separé de las tres muchachas y fui a ver al gran Urbistondo, que me explicó sus ideas acerca del sentimentalismo de las mujeres con una seriedad un tanto cómica. Volvimos a Lúzaro, dejando a la hija del torrero anegada en un mar de lágrimas. Por la noche fui al Guezurrechape como había prometido. Allá estaban Larragoyen y sus amigos, que me recibieron...
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