Los tres mosqueteros: Capítulo XLV

18/11/2020 3.458 Palabras

Los tres mosqueterosEscena conyugal de Alejandro Dumas (padre) Como Athos había previsto, el cardenal no tardó en descender; abrió la puerta de la habitación en que habían entrado los mosqueteros y encontró a Porthos jugando una encarnizada partida de dados con Aramis. De rápida ojeada registró todos los rincones de la sala y vio que le faltaba uno de los hombres. -¿Qué ha sido del señor Athos? - preguntó. -Monseñor - respondió Porthos-, ha partido como explorador por algunas frases de nuestro hostelero, que le han hecho creer que la ruta no era segura. -¿Y vos, que habéis hecho vos, señor Porthos? -Le he ganado cinco pistolas a Aramis. -Y ahora, ¿podéis volver conmigo? -Estamos a las órdenes de Vuestra Eminencia. -A caballo pues, señores, que se hace tarde. -El escudero estaba a la puerta y sostenía por las bridas el caballo del cardenal. Un poco más lejos, un grupo de dos hombres y de tres caballos aparecía en la sombra: aquellos dos hombres eran los...

This website uses its own and third-party cookies in order to obtain statistical information based on the navigation data of our visitors. If you continue browsing, the acceptance of its use will be assumed, and in case of not accepting its installation you should visit the information section, where we explain how to remove or deny them.
OK | More info