Juan Martín El Empecinado& 160;: 25de Benito Pérez Galdós Puse al Empecinadillo sobre mis rodillas, y le dije: -Pobre ni& 241;o, esper& 233; que me salvar& 237;as; pero Dios no lo quiere. Pareci& 243 ...
Luchana& 160;: 23de Benito Pérez Galdós No se conformaba Aura con ignorar la suerte del menor de sus primos, y en la ma& 241;ana del 26, a cuantos entraron en la casa preguntaba si sab& 237;an alg ...
¿Inocentes o culpables? - Capítulo IIde Antonio Argerich Dorotea, en su nuevo estado, se sintió avasallada por extrañas y desconocidas influencias. Una causa fisiológica perturbaba en ella la trabazón ...
Esta es la versión para imprimir de La familia de León Roch.Si imprimes esta página, o eliges la opción de Vista preliminar de impresión en tu navegador, verás que desaparecen este cuadro, los ...
La vuelta al mundo en la Numancia Capítulo XXIV de Benito Pérez Galdós Apenas llegaron al Callao las asendereadas naves españolas, los tres mil (o los que fueran) que las montaban, no pensaron más que ...
1. También eso te lleva a desdeñar la vanagloria, el hecho de que ya no puedes haber vivido tu vida entera, o al menos la que transcurrió desde tu juventud, como un filósofo; por el contrario, has ...
Luchana& 160;: 38de Benito Pérez Galdós Arreci& 243; en el curso del d& 237;a el temporal, sin que su violencia estorbara a las valientes tropas isabelinas para lanzarse a la pelea. Desde el camastro ...
Quitándose rápidamente el vestido de noche al ritmo de los cierres rotos, lo dejó caer al suelo sobre una pila de ropa para ponerse un suéter deportivo, una falda a cuadros y una vieja chaqueta azul ...
El zar y la zarina durante una recepción al aire libre.Grigory Yefimovich Novykh, alias rasputín, fue un monje ortodoxo ruso de origen campesino siberiano, que llegó a dominar completamente la ...
Los sueños de la mañana:cuando el sol ya reinaen una madurezque conoce sólo el vendedor ambulante,el que ha caminado ya tantas horas por las callescon una barba de enfermosobre las arrugas de su pobre ...
El Grande Oriente& 160;: 4de Benito Pérez Galdós Hall& 243; Monsalud al Sr. Gil de la Cuadra en un gabinete estrecho, donde ten& 237;a cama y mesa de escribir. Estaba el taciturno sentado en un viejo ...
Montes de Oca Capítulo XXIIde Benito Pérez Galdós Como se le señaló la ruta de Soria y Alfaro, no había que contar por el momento con una escapadita a La Guardia. Divertido habría sido para Ibero el ...
Poesías religiosas, caballerescas, amatorias y orientales El abad Duncanio - Ved cómo perdió su almade Juan Arolas Mientras el siglo trece concluíaY sus alas ya lánguidas movía,En Liebenthál, que ...
La Divina ComediaEl Infierno: Canto XXXIIde Dante Alighieri Si yo tuviera rimas ásperas y roncas,como convendría al triste fosoal cual apuntan todas las otras rocas,exprimiría de mis conceptos el ...
La fontana de oro Capítulo I La Carrera de San Jerónimo en 1821 de Benito Pérez Galdós Durante los seis inolvidables años que mediaron entre 1814 y 1820, la villa de Madrid presenció muchos festejos ...
Un faccioso más y algunos frailes menos& 160;: 23de Benito Pérez Galdós Monsalud decidi& 243; buscar inmediatamente mejor albergue. Sali& 243;, recorri& 243; todo Elizondo. Al fin tuvo la bondad de ...
El doctor Centeno Tomo IIde Benito Pérez Galdós Principio del fin& 160;: VIISacoles de aquella perplejidad en que ambos estaban, una voz, precedida de dos discretos golpes en la puerta. La voz dijo ...
Ángel Guerra Tercera parte - Capítulo I – El hombre nuevo de Benito Pérez Galdós IVEn casa propia vivía Casado, la cual era de las mejores de la calle de los Alfileritos, antigua, con el escudo de ...
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