A Albinode Manuel María de Arjona Hallar piedad con llantos lastimeros entre los hombres Arión intenta, y le es más fácil que un delfín la sienta, que no los despiadados marineros. & 160;& ...
nonePág. 053 de 127La lucha por la vida III Segunda partePío Baroja-Sí; pero las ideas son lo de menos. Tú serás un buen chico, de pocavoluntad, de buenas intenciones, y lo serás igual siendo carlista ...
¿Inocentes o culpables? - Capítulo IXde Antonio Argerich Por causas bien complejas y que no es este lugar de exponer, había venido la política argentina a ser una esfinge más que nebulosa. En ...
... partePío BarojaAl día siguiente, poco antes de la hora de comer, estaba niña Chuchaen la calle, cuando llamaron a la puerta. Abrió Manuel. Era el calcáreo.-¡Hola, estudiante -dijo-. ¿Y doña...
nonePág. 094 de 121La lucha por la vida II Tercera partePío Baroja-Si te digo que es fría como el mármol -murmuró el de la facha depeluquero.-Cuando le conocí a éste -añadió ella, riéndose y señalando ...
Alfonso Navas (Director del Museo Nacional de Ciencias Naturales, CSIC) & 91;1& 93;AntecedentesVista aérea del Palacio de la Industria y Bellas Artes, sede el Museo Nacional de Ciencias Naturales ( ...
El amigo Manso Capítulo XXVIde Benito Pérez Galdós Capítulo XXVI - Llevose el dedo a la boca imponiéndome silencioSu discreción me pareció encantadora. Parecía decirme: «Ya hablaremos largamente de ...
España sin Rey& 160;: 19de Benito Pérez Galdós Hablan ahora las damas. Eufrasia dijo: & 171;S& 243;lo en el carlismo veo yo un peligro imponente& 187;.Y Mar& 237;a Erro, que hasta entonces hab& 237;a ...
El ZarcoCapítulo XXI: La orgíade Ignacio Manuel Altamirano Pasaron así algunos días que árecieron siglos a Manuela, siglos de aburrimiento y de tristeza. Érale imposible ya habituarse a aquella ...
AQUEL verano el novelista no acudió a Vera. En los últimos tiempos había empezado a perder ese caudal inagotable de vida que es la curiosidad. Cuando los viejos empiezan a notar un frío y lacerante ...
Ángel Guerra Primera parte - Capítulo IV - Leréde Benito Pérez Galdós ILa situación de espíritu en que Guerra quedó al perder a su madre, no puede ser comparada sino al aturdimiento o conmoción ...
Adiós a un rey. No hubo aclamaciones en la estación.Bienvenida la república. Alegría en las calles.Tras el golpe primorriverista la monarquía perdió el apoyo popular.Entre el 28 de enero de 1930, en ...
EN «La California» recibe a su antiguo amigo Brassaï, después de trece años de no verse. Los dos se extrañan de la fecha en que charlaron la última vez. El artista fotógrafo ha temido molestarle, le ...
El ZarcoCapítulo XVII: La agoníade Ignacio Manuel Altamirano En efecto, los dos jóvenes, en su éxtasis amoroso habían olvidado un momento a la pobre doña Antonia, que yacía moribunda en la pieza ...
Grito de gloria& 160;: 6de Eduardo Acevedo Díaz Concluido el desarme de los brasile& 241;os, y hecho el alistamiento de los orientales, el jefe de la invasi& 243;n y el comandante general, de campa& ...
La revolución cabalga de nuevo. (Foto de Bob Enriques. Magnum.)Fidel Castro.En 1959, un grupo de guerrilleros establecidos en Sierra Maestra, Cuba, derrocó al régimen de Fulgencio Batista. La noticia ...
España trágica& 160;: 25de Benito Pérez Galdós Ibero llevaba con paciencia la derrota de Espartero (ocho votos no m& 225;s, ocho leales), y s& 243;lo pensaba en describir a su amigo la efervescencia ...
Grito de gloria& 160;: 26de Eduardo Acevedo Díaz Bastante confusa qued& 243; Natalia con lo que Souza acababa de comunicarles; y en esta confusi& 243;n de su & 225;nimo entraban por mucho la ...
El ZarcoCapítulo VIII: Quién era el Zarcode Ignacio Manuel Altamirano Entre tanto, y a la sazón que Manuela examinaba sus nuevas alhajas, el Zarco, después de haber dejado las orillas de Yautepec ...
Amalia: El presidente Salomón Primera parte, Capítulo 13de José Mármol En la vereda en frente al costado derecho de la pequeña iglesia de San Nicolás, donde se cruzan las calles de Corrientes y del ...
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